Aunque en los últimos años ha mejorado considerablemente la disponibilidad de productos sin gluten y su precio, todavía parece lejana la posibilidad de que los celíacos disfrutemos de la misma calidad de vida que las personas no afectadas por esta enfermedad. Uno de los mayores inconvenientes para seguir una dieta sin gluten es comer fuera de casa: desde que me diagnosticaron la enfermedad, lo que más hecho de menos cuando hago turismo es la posibilidad de comer algo rápido, recién hecho y barato en cualquier lugar. Para lograrlo, los celíacos contamos generalmente con dos opciones:
- Ir a los escasos restaurantes que te garantizan platos 100% libres de gluten, aunque todo sea dicho, el 100% de ellos suelen ser carísimos.
- Convertirte en una especie de caracol que carga con la comida a sus espaldas; esta última opción se complica si tu aventura va a durar más de una semana o si viajas a países que no permiten introducir alimentos.
Por eso, el objetivo de este blog es proporcionar información sobre dónde encontrar productos sin gluten a bajo coste alrededor del mundo, aliviando el peso de nuestras maletas y degustando la gastronomía local en la medida de lo posible.
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